La cuarentena nos dejó solo… eso… solos. Mucho tiempo de soledad y de trabajo con uno mismo, desde muchos puntos de vista. Las mismas paredes todos los días, los mismos paisajes. Nuestro cuerpo pasó a ser nuestro lienzo. En este viaje constante de introspección, debo soportarme a mí y a mi cabeza todos los días.  Aprender a convivir conmigo es un reto, aprender a encontrar felicidad también lo es. Y aunque no quiera seguir viendo… lo hago. La vida sigue avanzando, mis uñas siguen creciendo y todo sigue girando dentro de cuatro paredes. ¿Tendré que adaptarme y aprender a regarme?

En un pedazo de tierra,

por no decir en un hoyo,

nace una terrible guerra

Y en los dos bandos estoy yo

Todos los días son el mismo

Todos los agujeros abismos

Solo estoy en mi maceta

Solo, estoy en mi maceta

Solo escapando del sismo

Frente al espejo me encuentro

con la necesidad de sanar

Mis raíces van más lento,

No sé lo que puede llegar

En un rincón de la casa

Sin sentir la lluvia, ni el viento

Hojas marchitas si no las riego

Hojas marchitas si no las escribo

Hojas que abrazan un momento

Respiro para no olvidar el jardín,

A pesar de extrañarlo todo,

Que respiren otros también es un fin,

Florecer sin importar el modo

Rebelión de una fotosíntesis

Síntesis de una foto sin revelar

Paredes blancas sin color

Paredes y colores para pintar

Paredes que tapan la vista al mar

Las horas se volvieron incontables

El tiempo es mío, pienso,

Pero me vuelvo insoportable

Sin encontrar mi lienzo

Perder la libertad es lo peor

Perder el sol y el aire de exterior

Solo plantas artificiales

Solo plantas funcionales

Solo plantas de interior